Las mujeres con mamas muy grandes y péndulas tienen una serie de problemas médicos provocados por el exceso de peso, tales como el dolor de cuello y espalda e irritación de la piel así como deformidades de la columna y problemas respiratorios. Los breteles del corpiño suelen dejar surcos deprimidos y a veces dolorosos en sus hombros. Además, los pechos muy grandes pueden hacer que una mujer o una adolescente sientan vergüenza de sí mismas, reduciendo su exposición en actividades deportivas o sociales al aire libre.

La reducción mamaria ha sido ideada para estas mujeres. Esta operación reseca grasa, tejido mamario y piel de los pechos, haciéndolos más chicos, menos pesados, y más firmes. También se reduce el tamaño de la areola, que es el círculo de piel oscura alrededor del pezón. El objetivo es darle a la mujer un busto con mejor forma y más proporcionado con el resto de su cuerpo.

Las mejores candidatas para la reducción mamaria

La reducción mamaria se lleva a cabo más para alivio de síntomas que como operación cosmética. Muchas de las mujeres que se operan tienen problemas con pechos muy grandes y caídos que les impiden moverse con libertad y les provocan dolor. En la mayoría de los casos la reducción mamaria no se hace hasta que su desarrollo es completo; de todos modos, se puede hacer antes si el tamaño de los pechos provoca dolores e incomodidades serias. Las mejores candidatas son aquellas con la madurez necesaria para entender la intervención y que tienen expectativas realistas sobre la misma. La reducción mamaria no es una intervención simple. Como toda cirugía, tiene alguna posibilidad de complicaciones como hemorragias, infecciones, o reacciones a la anestesia. Por ello, es indispensable su realización en ámbito sanatorial.

Esta cirugía deja cicatrices visibles y permanentes, aunque sea en lugares cubiertos por un corpiño o una malla de baño. Puede quedar cierta asimetría entre los pechos o en pezones. Algunas pocos pacientes perciben una disminución de la sensibilidad en sus pezones y en raras ocasiones puede perderse una parte del tejido de areola- sobre todo en diabéticas, fumadoras.

Preparándose para la cirugía

Resulta necesario hacer una mamografía antes de la cirugía. Deberá cuidar su alimentación, suspender el cigarrillo, la bebida alcohólica. En los casos de operaciones extremas, extirpando mucho volumen, puede estar indicado preparar una autotransfusión, para que en caso de necesitar sangre, se pueda usar la suya propia. Estas intervenciones se efectúan bajo anestesia general, por lo que puede quedar internada la noche después de la operación.

La cirugía

La mastopexia lleva habitualmente entre dos y tres horas de duración. Las técnicas son diversas aunque las más comunes requieren una incisión en T invertida en la mitad inferior del cono mamario. Una vez que se quita el exceso de piel, la areola y el pezón se suben a su nueva posición y los tejidos se reacomodan.