Introducción

El lifting facial o ritidectomía es una cirugía estética que puede devolver la imagen descansada y agradable que teníamos hace varios años. Cuando envejecemos, los efectos de la gravedad, la exposición al sol, y el stress de la vida diaria, dejan sus rastros en nuestras caras. Aparecen entonces surcos profundos entre la nariz y la mejilla; el óvalo de la cara pierde definición sobre la mandíbula; los pómulos caen, los pliegues de la piel y nuevos depósitos de tejido adiposo surgen en el cuello. Un lifting puede darle un aspecto más juvenil y mejorar su autoestima, pero no le dará un aspecto totalmente diferente, ni le devolverá la salud y vitalidad de su juventud.

Las complicaciones son raras y generalmente menores. La persona fumadora o diabética tiene mas dificultades de cicatrización. Los individuos varían en su anatomía, sus reacciones físicas y su poder de recuperación, por lo que el resultado nunca es 100% predecible. Hacerse un lifting no detiene el paso del tiempo. Su cara continuará envejeciendo, y quizás Ud. quiera repetir esta operación dentro de 5 o 10 años.

La operación

Un lifting dura varias horas. Esta duración es mayor si se llevan a cabo otros procedimientos asociados. La mayoría de los lifting se hacen bajo anestesia general, o local combinada con sedantes. El lugar de las incisiones y el desarrollo de la intervención dependen de su estructura facial y del proceso de envejecimiento sufrido. Los abordajes generalmente comienzan cerca de la zona de implantación pilosa escondidos en las patillas, continúan por delante o justo sobre el cartílago delante de la oreja, y sigue por debajo del lóbulo para terminar detrás de la oreja.

En algunos casos puede ser necesaria una pequeña incisión debajo del mentón.  Generalmente se separa la piel del tejido adiposo. Este puede ser recortado o aspirado alrededor del cuello y mentón para mejorar el contorno. Luego se tensa el músculo y la lámina que lo envuelve (aponeurosis) y adapta la piel a la nueva forma resecando el excedente.  Se suturan las distintas capas de tejido y se hace lo mismo con las incisiones de piel. Por fin, se coloca algún tipo de vendaje levemente compresivo con o sin un fino tubo de drenaje.

Variantes del lifting son: coronal (frontal), minilifting, lifting mannequin, de papada, completo (con parpados)

El postoperatorio

El dolor generalmente es mínimo y en caso de existir, se atenúa con medicación analgésica. (Si hubiera mucho dolor o hinchazón repentina debe consultar de inmediato). La zona operada no tiene sensibilidad, la que se recupera en algunas semanas o meses. Sus movimientos faciales serán un poco limitados .Es preferible dormir con la cabeza elevada para evitar el edema. Los vendajes se retiran entre uno y cinco días después. No se asuste del aspecto pálido o hinchado de su cara. Puede sentirse cansada y algo deprimida al principio. En pocas semanas volverá a verse normal. Casi todas las suturas se retiran entre los cinco y siete días, aunque algunas pueden quedar unos pocos días más. La mayoría de los pacientes vuelven al trabajo entre diez días y dos semanas después de la operación. Puede usar maquillajes especiales si la vista de hematomas le molesta.

Las Complicaciones

Por lo general, menores y pasajeras, son dehiscencia de herida, anestesia –falta de sensibilidad transitoria, cerca de la incisión- , disestesias – cosquilleo, pinchacitos-, isquemia de bordes en fumadores y diabéticos – hay que hacer técnicas poco agresivas- , infección –rara-,  dificultades de movimiento muscular, coloración exagerada de la cicatriz. Rara, pero muy molesta, puede ser la aparición de parálisis de un músculo facial.

Un problema aparte merece la aspiración exagerada de resultado estético, por ejemplo pretender recuperar una juventud inalcanzable. En ocasiones la expectativa del paciente y los deseos del cirujano no pueden llevarse a cabo por limitaciones anatómicas o enfermedades concomitantes. Siempre es preferible una arruga residual, que un trastorno circulatorio que arruine la piel de los bordes de la herida, grandes hematomas quirúrgicos, anestesia o parálisis. La experiencia del cirujano radica en saber la técnica para mejorar determinado sector pero también para no indicarlas en circunstancias desfavorables. Este tema se debe hablar a fondo previamente para que no aparezca un inesperado resultado final.